Tipos de objeciones y respuestas
CINCO REGLAS FUNDAMENTALES PARA RESOLVER OBJECIONES.
Escuchar . . . . . (sin interrumpir) antes de contestar la objeción
Repetir . . . . . . la objeción a tu manera, con tus palabras
Acordar . . . . . . que eso y solo eso es lo que separa de la venta
Desvanecer . . . . . la objeción según las técnicas
Reanudar . . . . . la entrevista como si nada la hubiese detenido
Regla memotécnica para recordar estos pasos:
ERA DE REA
CLIENTE INSATISFECHO POR UNA COMPRA ANTERIOR.
Supongamos que el cliente te dice algo así:
Hace unos años contraté un seguro y no lo pude continuar, resultó ser una porquería. No pienso volver a contratar nada a una Compañía que tiene propuestas como esas.
¿Hay que abandonar por oír una respuesta así?. Claro que no. Hay que aplicar un proceso para resolver objeciones que se llama “Poner el zapato en el pie”. Aplicando esta técnica, el enfoque de la objeción anterior sería este…
Señor Martínez, si Vd. estuviese al frente del Departamento de atención al cliente de esa aseguradora y comprase un productos que no resultara totalmente satisfactoria, ¿qué haría Vd. ?.
Seguro que el cliente te diría algo así como…
Cambiaría de proveedor, controlaría las condiciones de la póliza, etc.
A lo que responderás de inmediato…
¡¡¡ Pues eso es lo que hemos hecho !!!.
Asunto resuelto. Le hemos “puesto el zapato en el pie” al cliente. Fíjate que si le intentas rebatir la objeción con frases como “hemos cambiado de compañía” o “este plan no tiene nada que ver con el anterior”, el cliente no te creerá, pero si le preguntas “qué haría Vd. si…”, la respuesta que él mismo te dé no la pondrá en duda, y a ella solo habrá que responder…
¡¡¡ Pues eso es lo que hemos hecho !!!.
Como norma general debemos tener la suficiente habilidad para conducir al cliente a que sea él mismo quien nos dé la respuesta que nosotros le daríamos.
OBJECIONES DE DETALLE MENOR.
Para entender mejor lo que trato de decir, te pondré un ejemplo relacionado con las casas. La objeción podría ser esta: El monto del seguro es pequeño. Esta sería una objeción de las denominadas de detalle menor. Enfócalo así . . .
Puedo hacerle una pregunta, Sr. Martínez?. ¿El monto de la cobertura le parece adecuada?.
Y, con esta misma técnica, vas haciendo un resumen de beneficios. Sólo preguntarás por aquello a lo que sabes que te van a responder positivamente.
¿La capitalización es interesante?.¿Frente a una situación catastrófica, están cubiertos sus seres queridos?, ¿Le agrada pensar en trabajar porque quiere y no por que lo necesita?. Etc., etc.
Todo este proceso nos llevará a la pregunta final…
Dígame, Sr. Martínez,¿está Vd. dispuesto a perder todas estas cosas que Vd. y su familia han estado buscando durante tanto tiempo sólo porque el seguro le parece un poco pequeño?.
Recuerda, primero resumen de beneficios, y luego, la pregunta final.
¿Está Vd. dispuesto a perder todo esto por … este pequeño detalle?.
La forma de resolver esta objeción se puede aplicar para casi todo.
ME LO HAN OFRECIDO MAS BARATO EN EL BANCO.
Si hiciese una votación a la objeción más oída, seguro que ésta se lleva el primer premio. Te aconsejo que analices con detenimiento el capítulo dedicado al tema del precio. En esta frase hay dos objeciones en una. Por un lado se nos dice que el precio es caro y por otra que la competencia se lo da más barato. Digas lo que digas no caigas jamás en la trampa de desmerecer a la competencia y muchísimo menos criticarla.
Al margen de todo, puedo decirte que, cada vez que sale a relucir esta objeción puede ser por tres razones:
1º.- Que al cliente no se le ha sabido vender lo que significa realmente comprarle a tu compañía, o dicho de otra forma, todo lo que has estado diciéndole acerca del producto no le ha satisfecho en lo más mínimo. Vale más el precio de lo que está contratando que el beneficio que obtendrá con su compra.
2º.- Que realmente le interese el producto y pretenda obtener algún beneficio adicional en su compra, como un descuento, un regalo, un mayor aplazamiento del pago, etc.
3º.- Que el cliente crea que es el mismo artículo sin serlo. Si partimos de la premisa que el cliente no es un experto en la materia, le puede resultar muy fácil confundir los seguros de un proveedor con los de otro. Uno de los argumentos más repetido por los Asesores de seguros a la hora de ofertar un producto al responsable de compras suele ser: Esta cobertura es la mismo que el de … pero un 10% más económica. Y en muchas ocasiones es cierto.
Para esta objeción, más que una solución concreta, lo que sugiero son unas normas para poner un poco de luz en el tema.
«¿Lo alquila o es propietario?»
1º.- Sería interesante que los Asesores supiesen que seguros tienen en exclusiva y cuáles están compartiendo con la competencia. Esta es una labor de la Dirección y cuya información debe ser dada a conocer al equipo comercial.
2º.- Si realmente se trata de un seguro que puede tener la competencia, sacarle al cliente dónde lo ha visto. Esta información no suelen darla el cliente con facilidad, pero al menos debe intentarse obtenerla.
3º.- ¿Cuánto más barato?. Esta pregunta hecha justo a continuación de que haya puesto el cliente la objeción es de lo más efectivo por dos razones:
a) el cliente no se espera una pregunta de este tipo.
b) le estás obligando a concretar.
Esta objeción “Me lo han cotizado más barato con … ”, resulta muy ambigua y abstracta. Hay que conseguir que el cliente la concrete al máximo tratando de obtener respuestas a preguntas como . . – ¿Quién se lo ha ofrecido? y ¿Cuánto más barato?.
Si el tipo de cliente trata de salir por la tangente y te sigue dando respuestas poco concretas, entonces nos encontramos ante una excusa para eludir el compromiso final. Esta no es la verdadera objeción. Hay otra escondida y es necesario hacerla aflorar.
Aporte de Flor, Fuente FMK Foromarketing