Espacio Masterforum
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Telam | 09/08/2016 00:00
El encuentro, denominado «Expoestrategas», que nucleó numeroso público, contó en la jornada matutina con la participación del vicesuperintendente de la Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN), Guillermo Bolado.
La Superintendencia es un organismo encargado de supervisar la solvencia del sistema asegurador. En la Argentina funcionan 200 aseguradoras nacionales y extranjeras y hay desde cooperativas y pequeñas empresas hasta grandes compañías internacionales.
La actividad aseguradora representa el 3% del PIB y engloba más de 60 mil puestos de trabajo.
Bolado destacó la necesidad de «capacitación profesional» de los productores y asesores de seguros y señaló que en estos siete meses en que asumió la nueva administración se cerraron delegaciones del interior y se priorizaron las tramitaciones a través de comunicaciones telefónicas y vía web.
«Queremos centralizar y jerarquizar nuestra actividad» describió Bolado y dijo que uno de los objetivos de la Superintendencia es que se «reduzca el tiempo de respuesta» de la industria ante los siniestros.
«Pretendemos que el sector no tenga un call center de ventas. Necesitamos canales de venta profesionales, que vendan más seguros. Reformulamos el departamento de atención al asegurado que es el termómetro del sector. Tenemos récord de denuncias por seguros no contratados», explicó.
Al enumerar los objetivos de la Superintendencia dijo que se basan en que «se contraten más seguros, que se combata el fraude y se se cumpla con las coberturas, que las compañías paguen lo que ofrecen».
Dijo que la mayoría de los seguros cubren rubros como autos y riesgo de trabajo, pero falta crecer en tópicos como el seguro de vida y seguro de retiro.
Respecto de las comisiones médicas en caso de siniestros dijo que se bregará para que los honorarios no estén vinculados con el resultado final de los juicios.
«Trabajamos en la actualización de la Ley del Seguro, de más de 50 años de antigüedad», recordó.
«Tenemos que luchar para generar conciencia aseguradora en la población», afirmó. «Faltan seguros individuales, seguros de personas, que den tranquilidad a la familia», expresó y consideró que esos capitales «generar fondos de inversión».
Tras manifestar su deseo de que «no exista más la letra chica en el país» al aludir a cláusulas no debidamente informadas, dijo que «lo que dificulta los seguros de vida son las malas experiencias que se dan por el proceso inflacionario» que exigen que los montos deban ser permanentemente actualizados.
En cuanto a los riesgos de trabajo dijo que «cada vez crecen más los costos y el único perjudicado es el trabajador» y expresó su deseo que «los honorarios no estén atados a los resultados del juicio, lo que acotaría la judicialidad».
Respecto de los seguros de riesgos de trabajo, dijo que al caer las nóminas laborales se vio afectado. «Hubo bajas en el seguro dado que decayó la construcción y todavía no se disparó la obra pública», detalló.
Es decir, el ahorro para nuestro retiro del mundo laboral no debería estar en manos de laPor Roberto Cachanosky.
Si bien hoy en día es políticamente incorrecto hablar de la jubilación privada, tengo bien en claro que la mayor estafa que el populismo le ha hecho a la gente es la jubilación estatal. En nombre de la solidaridad social, el sistema de reparto ha sometido a generaciones de trabajadores a que terminen sus días de jubilados como verdaderos mendigos.
Matemáticamente el sistema de reparto estatal es inviable porque:
Los que hoy dependen del sistema de reparto estatal como los que nos jubilemos en el futuro no podemos esperar nada del estado salvo miseria.
Nuestros abuelos y bisabuelos ahorraron sin que nadie les dijera cómo tenían que hacerlo. Muchos de ellos ahorraron comprando propiedades para vivir de los alquileres cuando se retiraran. Esto funcionó hasta que llegó Perón y estafó a los jubilados con la ley de alquileres.
El ahorro de largo plazo, como es el caso del ahorro individual para las jubilaciones, constituye un formidable mecanismo de financiamiento de créditos hipotecarios a tasas muy bajas o de inversiones en el sector productivo. Incluso si el que ahorra para su jubilación lo hace en forma de propiedades, genera un círculo virtuoso de ahorro y crecimiento económico. Mueve la actividad de la construcción y aumenta la oferta de propiedades en alquiler con lo cual es más fácil acceder a una vivienda, por ejemplo para las jóvenes parejas actuales porque aumenta la oferta de propiedades en alquiler.
