Pagar la carrera universitaria desde la etapa primaria
Algunas compañías ofrecen planes de ahorro para la educación; ¿cuándo convienen y cuáles son los costos?
contador es, desde hace tiempo, un sueño paternal que bastante hondo
puede calar en la cuenta corriente familiar. Si se decide por la
educación de grado privada, los desembolsos mensuales podrán ir desde $
4000 promedio hasta casi $ 15.000. En concreto, y aunque varía por
carrera y establecimiento, el valor del «paquete universitario» de
cuatro años en Buenos Aires ronda hoy en torno de los $ 200.000 para las
instituciones en promedio -sólo en concepto de cuotas- y hasta por
encima de los $ 700.000 si se trata de las casas de estudio más
costosas.
como las entidades ofrecen un descuento para el estudiante que abone la
totalidad del ciclo lectivo por adelantado, remontarse todavía más
atrás -mucho más atrás- en el tiempo a la hora de pagar, puede traer aún
mejores beneficios al calor del interés compuesto. Para el caso, aunque
muy lejos de estar expandido en el país, el mercado asegurador
argentino ofrece una serie de opciones para los padres con capacidad de
ahorro y resiliencia a largo plazo: un seguro de estudios
universitarios, que funciona como una suerte de boleto hacia la
formación terciaria que se paga «en muchas cuotas» y con varios años de
antelación.
Entre los productos que ofrecen las compañías locales
hay instrumentos de ahorro con un aporte desde unos US$ 60 por mes que
favorecen el armado de un fondo, con una mínima cobertura de vida. Éste
será alimentado por los aportes mensuales continuos de la familia y
retroalimentado a su vez por los propios intereses que se generen por
las inversiones que la empresa de seguros haga con el dinero. Para
cuando llegue al domicilio la primera factura universitaria, muchos años
después, la constancia en el pago de primas y la fuerza de los
intereses responderán por las erogaciones.
con cuánta anticipación debería empezar a constituirse el ahorro
familiar para afrontar gastos tan significativos?
Hace
años un amigo de toda la vida me envió por email la foto de su primer
nieta, adjuntando el pedido que lo ayude a constituir un Plan de
Ahorro para los estudios universitarios para ella.
Cuando
nos reunimos me dijo: Yo no voy a ser el abuelo que le regale la cunita,
la bicicleta o juguetes para las fiestas y que no espere regalos
especiales para cumpleaños, para eso están sus padres, familiares y
amigos.
Yo pienso en su futuro en los costos de sus
estudios, y en caso de no elegir estudiar, que cuente con los fondos para iniciar la actividad que decida encarar.
Desde hace años aporta mensualmente USD 100 para su nieta, cada vez que tiene una oportunidad realiza un aporte extra.
Hace
años todos lo miraban como «bicho raro», hace unas semanas me envió una
foto tomada el último cumpleaños de su nieta en la habitación de ella
repleta de juguetes, ropa, electrónicos y accesorios.
No hicieron falta argumentos para ratificar la validez de su plan.
Algunas personas mayores tienen una sabidurida que les ha dado la
vida, sus experiencias, sus errores por eso sus elecciones o consejos son tan
ciertos.
la compañía Orígenes, «unos 10 años antes de que empiece la universidad
es un horizonte razonable para que se le pueda dar al fondo la
capacidad de generar la rentabilidad necesaria». Según Alfredo Turno, de
SMG Life, los tomadores de este producto suelen, no obstante, hacerlo
recién cuando el hijo termina la primaria. «El problema es que ya es un
poco tarde. Quedan sólo cinco o seis años», advierte.
Argentina no parece ser el país indicado para hablar del largo plazo, lo
cierto es que es en ese punto donde radica la oportunidad: cuanta mayor
antelación haya en la contratación del seguro, mayor será la proporción
del costo universitario total que será solventado con los propios
intereses que el fondo genere, y ya no con aportes de capital de la
familia. En EE.UU., por ejemplo, con un mercado más desarrollado, se
calcula que -a través de los planes de ahorro para la educación- un
tercio del total de la carrera se paga «sólo» con la renta.
Etcheverry, de la aseguradora MetLife, afirma que el valor de la cuota
mensual se conforma a partir de las siguientes variables: el período
hasta que el hijo finalice la educación media, la duración estimada de
la carrera profesional en mente, el rango de costos de la universidad
deseada y, finalmente, un potencial upgrade para posgrados en el exterior, si fuera de interés.
sin embargo, un desafío: ¿cómo apuntarle a un monto final con precisión
si la inflación terminará por descolocar todo valor calculado hoy?
Según Mauricio Zanatta, de Prudential, la referencia en moneda dura es
una buena alternativa en este caso: «En el largo plazo, el precio de una
cuota universitaria tiende a estabilizarse en un valor dólar». Por eso,
las pólizas pueden armarse tanto en pesos como en dólares (en pesos
ajustables por el tipo de cambio).
Claudio Carletti dice que el aporte mensual mínimo recomendado es de US$
100. Pero, ¿cuál es la relación entre prima y monto final? Según
números provistos por algunas compañías, que sirven de indicio, cuotas
mensuales a valores de hoy de entre 1000 y 1400 pesos podrían cubrir una
futura carrera en una universidad promedio ($ 4000), si el aporte al
seguro comienza a la edad de 8 años y sigue hasta los 18.
instituciones más caras ($ 15.000 de cuota mensual), los valores del
seguro irían de 3800 a 5150 pesos. Los números varían, claro, según la
rentabilidad que logre el fondo. Los montos incluyen un seguro temporal
de vida e invalidez. Hay diversidad de tipos de contrato, por lo que es
posible, una vez cumplido el plazo, rescatar el fondo capitalizado o
bien cobrar un monto mes a mes hasta la finalización de la carrera. Si
el beneficiario no hace finalmente una carrera universitaria se rescata
de todas formas el ahorro.
desarrollado y hay escaso incentivo. En países como Estados Unidos, y
según consta en la Comisión de Valores de ese país (SEC), se prevén
fuertes beneficios impositivos para planes de ahorros cuyo fin
específico sea la educación universitaria. No obstante, Turno destaca un
aspecto positivo para nuestro país: «La Argentina tiene una educación
pública de fácil acceso. En otros países esa opción no existe, por lo
que el sistema se ve obligado a desarrollarse ya que si no tenés plata,
no llegás».
hace falta un incentivo fiscal, que en otras partes del mundo ha probado
ser un recurso indispensable para fomentar los seguros de vida y
retiro. En la Argentina sólo existe la posibilidad de deducir del monto
imponible de Ganancias hasta $ 996 por año, un tope congelado desde hace
años.
Tips para saber qué contratar
estimaciones indican que aportes actuales de entre 1000 y 1400 pesos
mensuales servirían para cubrir una carrera con una cuota promedio de $
4000 (a valores actuales)
diferentes formas en que la aseguradora y el asegurado pueden determinar
cómo se hará el rescate del monto capitalizado: puede ser todo de una
vez o bien en cuotas