Proponen que los viajes al trabajo sean pagos – Interesante análisis del proyecto
Este proyecto es para bien de la sociedad toda, de la creadora intelectual de la «Asignación Universal por Hijo»
La iniciativa de la Diputada Elisa Carrió que podría poner en marcha un nuevo País y aliviaría los efectos de la industria
del juicio.
del juicio.
La Doctora Elisa Carrió ha propuesto que sean los empresarios quienes paguen los gastos de traslado del personal, de
su casa a su lugar de trabajo y viceversa.
su casa a su lugar de trabajo y viceversa.
Se trata en la práctica de un nuevo beneficio al personal, no contributivo y totalmente a cargo del empleador.
La prensa no ha registrado cabalmente la importancia de la propuesta y no se ha visto a los economistas del gobierno apoyarla con el entusiasmo debido, claro que nadie sabe bien si la comprenden, han pasado demasiado tiempo administrando dinero como para haber tenido oportunidad para aprender de políticas públicas.
Se trata de una idea disruptiva y transformadora que los empresarios debieran de apoyar con entusiasmo, es un beneficio para los empleados que se transforma automáticamente en un sistema de protección para los empleadores.
Quienes solo son capaces de ver en la misma una forma de aumento de salarios, son miopes y algo lentos para interpretar la idea.
Una sola medida, y la propuesta Carrió transforma de raíz las relaciones laborales, aporta una herramienta durísima para la lucha contra el empleo irregular, corta toda oportunidad de que se repitan las maniobras corruptas con los subsidios al combustible, reduce el déficit fiscal, produce un testimonio permanente que debilita la industria del juicio, modifica el ausentismo y genera estadísticas confiables respecto de la realidad laboral del país.
Con una sola ley, producto de una mente distinta, un país en marcha en mejores condiciones y sin negocios particulares que analizar.
Un empleado en negro no recibiría su tarjeta de viaje de donde, no solo su salario se vería reducido, sino que por carácter transitivo pagaríael precio del pasaje a su valor real y no ya falsificado en razón de los subsidios, de donde necesariamente pasaría a ser más costoso contratar personal en situación irregular en razón de la compensación que la situación requeriría.
No habría mas subsidios, ya que con el boleto estudiantil y la tarjeta de viajes del trabajador no tendría razón de ser mantenidos, y la industria del transporte pasaría a funcionar a valores reales, ganando dinero, pagando impuestos, saliendo del presupuesto público y lo que es mejor, al no haber reparto no hay distribución, no sé si entiende.
Los traslados de los trabajadores se verían registrados, quedando un testimonio fehaciente respecto de los temas ausentismo, asistencia puntual al trabajo y situación personal al momento de un eventualaccidente, todo lo cual debilitaría las habituales falsificaciones de pruebas que se detectan en las industrias del juicio por accidentes del trabajo y despido.
Los empleadores que pagan por el costo laboral que la ley agrega, reciben por su parte herramientas para obtener un menor ausentismo, defensas contra la industria del juicio y un estado con menos déficitque seguramente si la administración actúa con honestidad y eficiencia se verá reflejado en menos impuestos.
Los empresarios que aceptan con hidalguía el «infierno impositivo» por el que deben pasar -en esta época que se habla tanto de «paraísosfiscales»- ayudarían a reducir los efectos de la inflación en el salario de sus trabajadores sin por eso producir más inflación, ya que el aumento de sueldo implícito en el pago del viaje al trabajo se vería esterilizado por la fuerte reducción en el déficit fiscal.
La ley debe ser discutida y analizada en profundidad antes de su aprobación, para que cumpla con todos sus objetivos de fondo.
Los que pierden con esta medida son los peores de la sociedad, los quelucran de una u otra manera con los subsidios a los combustibles, los que medran creando conflictividad laboral, los que atentan contra el producto de su fuente de trabajo mediante la desidia y el ausentismo y los emprendedores que – aunque duras e injustas – no hacen frente a las cargas que le tocan.
Este proyecto es para bien de la sociedad toda, de la creadora intelectual de la «Asignación Universal por Hijo».
Ojalá el Parlamento y el Gobierno estén a la altura del talento intelectual de la autora de esta excelente propuesta.
Escribe: Ricardo A. Faerman, CEBS